19

Las aventuras de Sari: 

19

El 19 es el número natural que sigue al 18 y precede al 20, se escribe XIX en romano y .---- ----. en clave morse, es el octavo número primo, es un número hexagonal centrado, y un número octaédrico, además de ser el tercer número feliz. Es también el número atómico del potasio y se estima que 19 años son aproximadamente 235 lunaciones. 19 años es la edad legal para comprar tabaco y alcohol en algunos lugares de EUA y Canadá, además es el nombre del primer álbum de Adele y curiosamente se dice que es uno de los números de la suerte para los signos zodiacales Libra y Piscis.

Ese párrafo random de introducción que acaban de leer, son datos que encontré en internet del número 19, cosas tan comunes como saber escribirlo, hasta el hecho de que es un número octaédrico (cabe mencionar que tuve que buscar este término antes de escribirlo, porque después de más de un año sin tomar clases de matemáticas, las cosas se olvidan) y que también es el nombre del primer disco que Adele lanzó y que tituló así porque como yo, tenía 19.

Este post es otro de esos post personales y reflexivos que escribo porque siento que debo escribir; ya no voy a hablar más de las rarezas del número 19, si no que voy a rebobinar el casete y voy a hacer un flash back “gigante” a hace un año y a analizar si mis 18 fueron tan emocionantes como la Sarai de 6 años imaginaba.

Justamente hoy en la tarde, antes de empezar a escribir, estaba pensando acerca del año pasado y como mis dieciocho comenzaron, para todos los que no saben, aquí les va la historia:

Resulta que meses antes de volverme legal (en México), había empezado a tener un dolor que ignoré hasta el punto en el que ya no podía más y tuve que ir al doctor; para no hacerles la historia más larga, Sarai de 17, muy inteligentemente, decidió que era una buena idea ir al doctor un día antes de su cumpleaños, total ella juraba que no era nada y todo iba a estar bien, déjenme decirles que Sarai de 19 piensa que fue una terrible decisión.

Digo esto porque el doctor con el que fui terminó diciéndome que no sabía lo que tenía, pero que mis síntomas no le parecían ni normales ni buenos, así que requería que me hiciera varios estudios de manera urgente para ver qué era lo que estaba causando este dolor. Así fue como terminé pasando al menos 15 horas de mi cumpleaños en un hospital.

Era martes 14 marzo y el que se supone que sería el día más emocionante de mi adolescencia, comenzó de una manera no tan agradable: me sacaron sangre, me hicieron una tomografía y fue toda una aventura. Recuerdo claramente que la enfermera que me sacó sangre hasta me felicitó mientras llenaba 6 tubitos de líquido rojo para llevarlos al laboratorio, digamos que, aunque se agradece la amabilidad, no era precisamente la felicitación que estaba esperando.

Al final del día, después de estudios, dudas y momentos de angustia, terminamos yendo con mi gastroenterólogo original, para que él me dijera que sí estaba enferma, que tenía un pequeño daño en el duodeno y una vejiga muy grande, pero nada que hubiera requerido que nos moviéramos tan rápido, es decir, el otro doctor hizo que pasará gran parte de mi cumpleaños 18 en un hospital sin real urgencia.

Honestamente, no todo el día fue malo, vi a mis amigas, pasé tiempo con mis papás (que este año me hizo falta), comí mi comida favorita y a fin de cuentas cumplí 18.

Este año las cosas fueron diferentes, como ya todos se deben de estar imaginando. Gracias a Dios y a las fuerzas del más allá no hubo hospitales ni angustias y hubo un pastel muy rico.

Comencé a recibir felicitaciones de despistados desde unos días antes y la neta agradezco la anticipación, los que me conocen saben que soy súper molesta en cuanto a mi cumpleaños, pero a pesar de todo, este cumpleaños comenzó como todos los años desde que tengo memoria, con unas mañanitas cantadas por mi familia y un pastelito hasta la comodidad de mi cuarto, claro que esta vez fue por video llamada, pero la tradición estuvo ahí.

Tal y como lo escribí en Twitter “Mi familia me habló y me despertó con las mañanitas como todos los años y luego bajé para descubrir que mi otra familia me había hecho waffles para desayunar”.  Así que antes de las 9 de la mañana, ya era increíblemente feliz y así transcurrió el resto del día.

A pesar de haber sido un miércoles dentro de la rutina, fue bonito, especial y me hizo feliz. Considerando la distancia, pasé mi cumpleaños en familia, rodeada de mucho cariño, comida rica y buenos deseos.

La verdad es que, durante las últimas semanas he pensado que tan importantes son los 19 y sobre todo que es lo que uno puede esperar de ellos, y me he encontrado con que a menos de que vivas en Canadá, no son tan interesantes, son parte de esa edad en la que relativamente solo estás. Son un año más agregado a la cercanía de los 21, en el que relativamente nada importante pasa, se supondría que deberías estar en la universidad (perdón papás), quizá trabajando y saliendo de fiesta con tus amigos; esto a menos de que seas Shawn Mendes o Adele y tengas una canción número uno en iTunes, si eres unos de ellos, los 19 rockean totalmente.

Eso sí, me he encontrado con la curiosa situación de tener amigos en todas las diferentes etapas de la vida, y no es como que no haya visto esto antes, pero últimamente lo he notado mucho más; tengo amigos que tienen hijos, amigos que se están casando, amigos universitarios, amigos godínez y uno que otro perdido que solo habla de sexo, drogas y rock and roll.

Para terminar con las cursilerías quiero comentar que a pesar de que no tengo expectativas súper altas de los 19, estoy esperando sacarles el mayor provecho, porque siento que al ser esta etapa “aburrida”, todo puedo hacer y todo puede pasar.

Gracias a todos los que estuvieron conmigo en mi cumpleaños, de la manera que haya sido, cerca, lejos o al menos se acordaron de mí, prometo que voy a hacer lo mejor que pueda con los 19 y que trataré de hacerlos más emocionantes de lo que parecen.

“…I am clever enough to see that the girl of nineteen who thought herself a genius was only an unusual girl writing her heart out.” -Mary MacLane

  

19

The 19 is the natural number that follows the 18 and precedes the 20, is written XIX in Roman and .---- ----. in morse code, it is the eighth prime number, it is a centered hexagonal number, and an octahedral number, besides being the third happy number. It is also the atomic number of potassium and it is estimated that 19 years are approximately 235 lunations. 19 years is the legal age to buy tobacco and alcohol in some places in the US and Canada, it´s also the name of Adele's first album and curiously it’s said to be one of the lucky numbers for the zodiac signs Libra and Pisces.

That random paragraph of introduction that you just read, is data that I found on the Internet of the number 19, things as common as know how to write it, to the fact that it is an octahedral number (it’s worth mentioning that I had to look for this term before writing it, because after more than a year without taking math classes, you forget things) and that is also the name of the first album that Adele released and that was titled like that because as me, she was 19.

This post is another of those personal and thoughtful posts that I write because I feel that I should write; I'm not going to say anything else about the number 19, but I'm going to rewind the cassette and I'm going to do a "giant" flashback to a year ago and analyze if my 18 were as exciting as the 6-year-old Sarai imagined.

Just today in the afternoon, before I started writing, I was thinking about last year and how my eighteen began, for all those who don’t know, here's the story: 

It turns out that months before I became “legal” (in Mexico), I had begun to have a pain that I ignored to the point where I couldn’t take it anymore and I had to go to the doctor, so long story short, 17 years old Sarai, very cleverly, decided that it was a good idea to go to the doctor one day before her birthday, she swore that it was nothing and everything would be fine, let me tell you that 19 years old Sarai thinks it was a terrible decision. This because the doctor I went with ended up telling me that he really didn’t have a diagnostic, but that my symptoms didn’t seem normal or good, so he required me to have several studies urgently to see what was causing this pain. That's how I ended up spending at least 15 hours of my birthday in a hospital.

It was Tuesday March 14th and the one that was supposed to be the most exciting day of my teenager life, started in a not so pleasant way, they ran blood tests, did a tomography and it was quite an adventure, to say the least. I remember clearly, that the nurse who ran my blood tests congratulated me while filling 6 little tubes of red liquid to take them to the laboratory, let's say that, although the kindness was nice, it wasn’t exactly the “congratulations” I was waiting for. 

At the end of the day, after studies, doubts and moments of stress, we ended up going with my original gastroenterologist. He ended up telling me that I was actually sick, that I had a small damage in the duodenum and a very large bladder, but nothing that would have required to move so fast, this meant that, the other doctor made me spend a big amount of my 18th birthday in a hospital without a real urgency. Honestly, not all day was bad, I saw my friends, I spent time with my parents (which I missed this year), I ate my favorite food and in the end I turned 18.

This year things were different, as everyone must be already imagining. Thanks to God and to the forces of the beyond there were no hospitals or stress and there was a very delicious cake.

I started receiving congratulations from some people, a few days before and the truth is that I appreciate the anticipation, those who know me know that I’m the most annoying person about my birthday, but despite everything, this birthday started as every year since I can remember, with the “mañanitas” sung by my family and a cake directly to the comfort of my room, of course this time it was by video call, but the tradition was there.

As I wrote on Twitter, "My family called me and woke me up with the “mañanitas” like every year and then I went down to discover that my other family had made waffles for breakfast." 

So before 9 in the morning, I was already incredibly happy and so the rest of the day went by.

Despite being a Wednesday in the routine, it was nice, special and made me happy. Considering the distance, I spent my birthday with a family, surrounded by a lot of love, amazing food and good wishes from everyone.

The truth is that during the last weeks I have thought how important the 19’s are and especially what can I expect from them, and I have found that unless you live in Canada, they are not so interesting, they are part of that age when you just exist. They are one more year closer to the 21, in which relatively nothing important happens, you are supposed to be in university (sorry mom and dad), that, working and going out with your friends; this unless you're Shawn Mendes or Adele and you have a number one song on iTunes, if you're one of them, then being 19 rocks.

Other thing is that I found myself in the curious situation of having friends in all the different stages of life, and it’s not like I’ve never seen this before, but lately I’ve noticed it much more; I have friends who have children, friends who are getting married, college friends, “Godinez” friends and one or two that are kind of lost and only talk about sex, drugs and rock and roll.

To finish with the post I want to address that although I don’t have high expectations of the 19’s, I'm hoping to make the most out of them, because I feel that in this "boring" stage, I can do everything and everything can happen.

Thanks to everyone who was with me on my birthday, doesn’t matter the way it was, near, far or at least thought of me for just a second, I promise that I will do the best I can with my 19’s and that I will try to make them more exciting than that seem.

“…I am clever enough to see that the girl of nineteen who thought herself a genius was only an unusual girl writing her heart out.” -Mary MacLane