¡Oh Canadá!

Las Aventuras de Sari: 

¡Oh Canadá!



Ontario es una de las provincias que conforman el territorio canadiense, está ubicada en el centro- este del país; limita al norte con la bahía de Hudson, al este con Quebec, al sur con los Grandes Lagos y el Río Niagara que la separan de Estados Unidos, y al oeste con Manitoba. Tiene un total de 12 891 787 habitantes según el censo realizado en 2008.

Históricamente fue ocupada primero por Francia, pero posteriormente fue anexada al territorio de Gran Bretaña y esta es la razón por la que, a pesar de que el idioma oficial es el inglés, el francés tiene una presencia muy grande.

Ontario tiene la calle más larga del mundo: Yonge Street, que comienza en el lago Ontario, y corre hacia el norte a través del centro y norte de Ontario hasta el área de Rainy River, en la frontera Ontario - Minnesota, en total abarca una distancia de más de 1178 millas / 1896 kilómetros.

En Toronto está ubicada la CN Tower, que es la tercera torre más alta del mundo y dentro del Rogers Stadium está ubicada la pantalla Sony más larga del mundo.

El BlackBerry, el básquetbol, la insulina y el teléfono son algunos de los inventos que han nacido en este lugar; además, Ontario es la ciudad natal de figuras como: Michel Cera, Jim Carrey, Ryan Gosling, Linda Evangelista, Justin Bieber, Alessia Cara, Deadmau5, Drake y el amor de mi vida y futuro esposo: Shawn Mendes.

Si se están preguntando por qué les deje datos random de Ontario es porque, como ya deben de estarse imaginando, estoy sentada de nuevo en una sala de abordar, evidentemente en Canadá y con un atraso de una hora y media en mi vuelo; acabo de vivir uno de esos momentos de película en los que uno necesita la caja completa de Kleenex por tanto llorar y me estoy tomando mi primer Starbucks con una tapita especial en lugar de un popote. Pero como siempre, antes de contarles esta parte de la historia y para dejar a todos con la duda de lo que acaba de pasar, les contaré el cómo fue que llegué hasta estos territorios del norte.

Honestamente, no estoy segura de cómo fue que se decidió que las vacaciones familiares iban a ser en Canadá; solo recuerdo que un día de mayo, ya estaba comprando boletos y asegurándome de tener mi ETA para poder viajar sin ningún problema; y después, de un día a otro, ya estaba haciendo el itinerario de viaje con mis papás a través de una video llamada, pero sobre todo recuerdo la despedida en México diciendo “Nos vemos en tres meses en Canadá”.

Fueron tres meses de larga espera, pero cuando por fin llegó agosto no paraba de hablar de mi siguiente viaje.

Una vez más, este viaje empezó en viernes; fue un viernes relativamente normal, en el que me levanté a las 6 para empezar a trabajar a las 7. Los Martínez había empezado a viajar desde el jueves en la noche, entonces para el momento en el que yo desperté ese viernes, ya estaba recibiendo una foto de ellos, avisándome que ya habían aterrizado en el aeropuerto internacional Pearson.

Después de terminar mi día de trabajo tomé un Uber al aeropuerto en Filadelfia. Se suponía que mi vuelo salía a las 8 pm, pero debido al clima se fue atrasando un poco más cada hora y después de la angustia porque se fuera a cancelar, un café, y leer la mitad de mi revista Vogue, terminé dejando Filadelfia alrededor de las 9:30.


Abordamos el avión y esta vez no pasaron más de 10 minutos cuando ya estábamos despegando. Durante el vuelo vi Infinity War, lo que hizo que el tiempo se me fuera volando porque, de repente, justo antes de que la súper batalla épica en Wakanda empezará… aterrizamos en territorio canadiense.

Pasar migración fue fácil y el oficial que me entrevistó hasta me sonrió y toda la onda. Corrí hacía fuera de la zona de entrega de equipaje, esperando a que los 4/5 de la familia Martínez que ya estaban ahí estuvieran listos para recibirme, pero cuando crucé las puertas los busqué y no vi ninguna cara familiar. Después de hacer mil maniobras para poder tener datos en mi celular, pude llamarle a mi papá para preguntarle en donde estaban; resulta que iban entrando al aeropuerto en el carro, así que yo tenía que salir.

A fin de cuentas, nos encontramos afuera y les juro que el simple hecho de ver sus lindas caritas me hizo increíblemente feliz. Nos saludamos y a pesar de que esta vez no hubo lágrimas, la felicidad que desbordábamos se notaba a kilómetros.

Si hay un dato curioso acerca de mí que deben saber es que, cuando viajo sola, generalmente paso demasiado tiempo sin entablar una conversación, lo cual es inusual, así que en el momento en el que tengo la oportunidad de mantener una conversación real soy insoportable y hablo demasiado.

Este dato lleva al hecho de que cuando subí al carro con mis papás y mis hermanos, me puse a contarles mi vida completa y no me callé hasta que llegamos al AirBnB.

Como ya mencioné antes al momento de vernos por primera vez en el aeropuerto no hubo lágrimas, por lo que creo que nos merecemos un premio; pero fue el momento en el que ya estábamos en la comodidad de una casa en el que más abrazos no hicieron falta.

Teníamos los 9 días de vacaciones planeados, porque teníamos que aprovechar al máximo el hecho de estábamos en otro país juntos, así que el sábado por la mañana la primera cosa que teníamos que hacer era cantarle las mañanitas a mi mamá, porque sí, la famosa e internacionalmente reconocida Guadalupe cumplió un año más estando todos juntos de Canadá. Después de hacer el ritual adecuado, las lágrimas (por veinteava vez), los abrazos y regalos, nos dispusimos a alistarnos para desayunar y salir, porque había un día soleado esperándonos afuera.

Cuando estábamos armando el viaje me di a la tarea de hacer una investigación profunda de lo que podíamos hacer en Canadá, sobre todo sabiendo que íbamos a estar ahí durante el último fin de semana oficial de verano, que de este lado del mundo es un fin de semana largo porque el lunes se celebra algo así como el día del trabajo.

Una de esas actividades era el ir a “Canada´s National Exhibition” o como a mí me gusta llamarla, “La Feria Internacional Ganadera de Canadá”, esto porque es básicamente lo mismo a la Feria Internacional Ganadera de Querétaro; una feria que dura solo cierto periodo de tiempo en el año, hay juegos mecánicos, comida chatarra a más no poder y puedes ver animalitos bonitos.

Estuvimos ahí desde las primeras horas de la mañana, caminamos demasiado, vimos lechones, vacas y caballos, además de un espectáculo de patinaje sobre hielo y danza aérea, y comimos comida de feria versión canadiense, que, aunque no lo crean no varía tanto a lo que uno encuentra en una feria en México.

Salimos de ahí cuando teníamos ganas de sentarnos y comer comida “real” y no solo snacks, así que nuestro siguiente destino del día era el Distillery Disctrict, que hoy en día es una de las zonas “trendy” y “hípster” de Toronto. Consiste en edificios antiguos, que en el pasado pertenecieron a la destilería de whisky “Gooderham & Worts”, pero que han reconstruido y han convertido en un área llena de restaurantes, tiendas, galerías de arte y teatros, y que tiene una presencia notable dentro de la escena moderna y nocturna de la ciudad.

Caminamos un rato por ahí, tratando de decidir qué comer y terminamos entrando a un bar, porque si no había comida deliciosa, al menos la cerveza hecha ahí mismo sería un consuelo.

La comida sí estuvo bastante buena y la cerveza hecha artesanalmente también, nos reímos demasiado, y mi mamá y David terminaron demasiado enchilados gracias a sus elecciones de platillos. Terminando de comer y después de tratar de ver lo más posible de los partidos de fútbol americano colegial que estaban transmitiendo, salimos a caminar otra vez, para ver que estaba aún abierto.

En nuestro camino nos encontramos con una tienda de antigüedades en la que se nos fue el tiempo, y ni siquiera nos dimos cuenta de que llovió mientras estábamos adentro, saliendo de la tienda decidimos que era momento de regresar al Airbnb, así que emprendimos el camino desde Toronto hasta Scarborough, donde nos estábamos hospedando.

Nuestra planeación de viaje también incluyó el hacer un presupuesto o al menos buscar las opciones más baratas, y con esto decidimos que lo más amigable con el bolsillo, era comprar los City Passes, que son estos paquetes mágicos que venden en muchas ciudades y te incluyen los boletos de las atracciones más representativas; con lo que normalmente te ahorras unos cuantos pesitos por comprarlos así, tienen una vigencia de nueve días y la verdad es que es una manera fácil de ahorrar dinero y tiempo.

El domingo como parte de estas atracciones, visitamos el Acuario de Ripley’s y la torre CN, ambos se encuentran en el centro de Toronto y en una de las partes más turísticas de toda la ciudad; así que debido a esto, una vez que estuvimos por los alrededores, el encontrar lugar para estacionar el carro fue todo un reto; porque no solo estábamos en una de las partes más turísticas de Toronto en domingo de fin de semana largo y feriado, si no que para agregarle dificultad al asunto, en un parque cercano había alguna clase de Comic Con, donde todo el mundo usaba disfraces increíbles.

Terminamos estacionándonos en el lugar más barato y que al parecer se veía seguro, eso sí, salir de ahí a la calle fue otra aventura, esto debido a que debajo de la ciudad existe una red de túneles que conectan todo por abajo, por eso de los inviernos de 5 meses y las toneladas de nieve que caen cada año.

Una vez que logramos salir del mundo subterráneo y tratamos de descifrar el cómo íbamos a pagar para sacar el carro cuando tuviéramos que irnos, caminamos hasta el acuario e hicimos fila para entrar, esta es otra de las ventajas del City Pass: como no tienes que comprar tus boletos en el momento, te ahorras tiempo en filas (les juro que este post no está patrocinado, porque obvio soy súper famosa, solo que esta cosa me parece extremadamente conveniente).

Recorrimos el acuario completo, vimos desde peces y moluscos pequeñitos, hasta tiburones y tortugas e incluso acariciamos manta rayas. La verdad es que hace mucho que no nos divertíamos como niños chiquitos de esa manera y el poder hacerlo estando los 5 ahí juntos, hizo todo el asunto más divertido y chistoso.

Una vez que salimos de ahí, caminamos por los alrededores y vimos el Rogers Center por fuera. En este punto de la historia, no solo queríamos sentarnos, sino que también estábamos hambrientos; así que después de recorrer el área tratando de decidir qué comer y, después de entrar a un tienda a comprar souvenirs, decidimos entrar a comer a un restaurante perteneciente a una cadena bastante grande en Canadá, esto por dos simples razones: 1, siempre que les preguntes a mi hermano que quiere comer, el contestará “pizza”, así que pizza siempre es una buena opción y 2, porque Spider- Man estaba comiendo pizza ahí.

Después de comer pizza y nachos y de platicar de nuestros disfraces para el día que vayamos a Comic Con, pero sobre todo después de reírnos hasta que nos doliera la panza, emprendimos el camino de vuelta a la zona ultra turística de la ciudad para ir a la torre CN.

Como les dije antes la torre CN es esta estructura puntiaguda que el algún punto de la historia fue la torre más alta del mundo y que tiene una de las mejores vistas todo Toronto, además de un piso de cristal en el que puedes ver hacia abajo y sientes que te vas a caer.

La entrada/ subida fue relativamente rápida, y de buenas a primeras ya estábamos a 346 metros de altura viendo uno de los atardeceres más bonitos de mí vida. Estuvimos ahí un buen rato, recorriendo los diferentes niveles que la hay en la torre; y David y Mariam hasta recrearon una escena del Titanic, esto por el simple hecho de que el aire soplaba.

Después de muchas, pero muchas fotos, volvimos al suelo y nos dispusimos a caminar otra vez, está vez nos dirigíamos, o al menos teníamos la intención de ir a Dundas Square, que es como el “Times Square Canadiense”; por azares del destino y porque ya estábamos muy cansados no llegamos hasta allá, pero terminamos cerca del antiguo City Hall donde hay un letrero gigante que dice Toronto y tuvimos otra sesión de fotos ahí.

Caminamos de regreso al carro y después de pedir ayudar para que nos dejarán salir, lo logramos y fuimos de regreso al Airbnb.

El día siguiente solo teníamos un lugar en nuestra lista: El Centro de Ciencias de Ontario y esto porque estábamos seguros de que siendo los nerds que somos íbamos a pasar todo el día ahí adentro.

Llegamos al Centro de Ciencias a las 10 de la mañana y empezamos el recorrido por las salas que más nos interesaban, tomándonos el debido tiempo de leer absolutamente todo y hacer una que otra parada didáctica. Una de mis partes favoritas de todo el museo fue el planetario, no solo por lo increíble que es el universo y lo bonito que es poder ver una simulación del cielo en un espacio cerrado, sino que la explicación que nos dieron fue bastante interesante.

Como estaba prevenido, salimos de ahí ya cuando estaban a punto de cerrar y tratando de encontrar la salida nos dimos cuenta de que nos vimos ni la mitad del museo a pesar de todas las horas que pasamos ahí adentro. Salimos, y después de una parada técnica en Tim Hortons para comprar café y donas, porque cabe mencionar que no has visitado Ontario si no fuiste a un Tim Hortons, nos fuimos al Airbnb.

Ese día decidimos que nos quedaríamos a pasar tiempo juntos sin andar caminando como locos, viendo películas y comiendo donas; así que una vez que llegamos pusimos “To All the Boys I’ve Loved Before” y nos fuimos a dormir temprano.

Martes por la mañana, despertamos y nos preparamos porque ese día íbamos a manejar a las afuera de Toronto para poder ir a Casa Loma, que es este castillo que no es un castillo, pero que definitivamente es una de las construcciones más bonitas que he visto en mi vida.

De nuevo pasamos un muy buen rato ahí, leyendo y caminando por los jardines de este lugar que parece sacado de una película de princesas y que honestamente, agregue a mi lista de “posibles lugares en los que puedo organizar mi boda”. Aprendimos un poco más de la historia de Canadá, subimos escaleras y tuvimos una increíble vista de la ciudad desde ahí.

Después de pasar la mañana fantaseando acerca de lo que sería vivir en uno de esos lugares miles de años atrás, volvimos a la realidad y ahora nos dirigíamos a China Town, que según la opinión pública es uno de los mejores China Towns que hay.

Por vez número 845 buscamos estacionamiento y sobre todo un lugar para comer. Gracias a la magia de Google Maps encontramos un pequeño mall que no solo tenía estacionamiento barato, sino que también descubrimos que en último piso tenía un restaurante de comida china que se convirtió en una de nuestras experiencias favoritas de todo el viaje.

Y porque mi amor a Canadá y al parecer mi emoción por este viaje fue y es muy grande, terminaré este post aquí, dejando a todos con la duda existencial de que fue lo que pasó después. Espero de todo corazón que no se queden con tanto pendiente y que logren sobrevivir hasta que suba la segunda parte de esta aventura en la tierra del Maple.



Oh Canada!


Ontario is one of the provinces that constitute the Canadian territory, is located in the center-east of the country; It borders on the north with Hudson Bay, on the east with Quebec, on the south with the Great Lakes and the Niagara River, that separate it from the United States, and on the west with Manitoba. It has a total of 12 891 787 habitants according to the last census in 2008.

Historically, it was occupied first by France, but later it was annexed to the territory of Great Britain and this is the reason why, despite of the fact that the official language is English, French has a very large presence.

Ontario has the longest street in the world: Yonge Street, which starts on Lake Ontario, and runs north through central and northern Ontario to the Rainy River area, on the Ontario-Minnesota border, its total length is of more than 1178 miles / 1896 kilometers.

The CN Tower is located in Toronto, and it happens to be the third tallest tower in the world and inside the Rogers Stadium is the longest Sony screen in the world.

The BlackBerry, basketball, insulin and the telephone are some of the inventions that have been born in this place; In addition, Ontario is the hometown of figures such as: Michel Cera, Jim Carrey, Ryan Gosling, Linda Evangelista, Justin Bieber, Alessia Cara, Deadmau5, Drake and the love of my life and future husband: Shawn Mendes.

If you are wondering why I’m giving you random facts about Ontario, it’s because, as you should already be imagining, I’m sitting in a boarding gate again, obviously in Canada and with an hour and a half delayed flight; I just lived one of those movie moments where you need an entire box of Kleenex because of all the crying and I'm drinking my first Starbucks with a special lid instead of a straw. But as always, before telling you this part of the story and to leave everyone guessing what has just happened, I'll tell you how I got to these northern territories.


Honestly, I'm not sure how we decided that the family vacations this year were going to be in Canada; I just remember that one day in May, I was buying plane tickets and making sure I had my ETA so I could travel without any problems; and then, from one day to the next, I was already doing the travel itinerary with my parents through a video call, and most of all I remember the goodbye in Mexico saying "I'll see you in three months in Canada".

It was three months of long wait, but when August finally arrived I couldn’t stop talking about my next trip.

Once again, this trip started on Friday; It was a relatively normal Friday, I got up at 6 to start working at 7 o'clock. The Martínez started traveling since Thursday night, so by the time I woke up that Friday, I was already getting a picture of them, letting me know they had already landed at Pearson International Airport.

After finishing my work day, I took an Uber to the airport in Philadelphia. My flight was supposed to leave at 8 pm, but due to the weather it was delayed a little more every hour and after the fear of my flight being cancelled, a coffee, and reading half of my Vogue magazine, I ended up leaving Philadelphia around from 9:30.

We boarded the plane and this time it didn’t take more than 10 minutes when we were already taking off. During the flight I saw Infinity War, which made time fly because, suddenly, just before the epic super battle in Wakanda began ... we landed in Canadian territory. Going through migration was easy and the officer who interviewed me even smiled at me. I ran outside of the bag claim area, waiting for the 4/5 of the Martinez family who were already there to be ready to receive me, but when I went through the doors I looked for them and I didn’t see any familiar faces. After doing a thousand maneuvers to have data on my cell phone, I managed to call my dad and ask where they were; It turns out that they were just getting to the airport in the car, so I had to go outside and wait for them.

After all, we met outside and I swear that the simple fact of seeing their pretty little faces made me incredibly happy. We hugged each other and even though this time no one cried, everyone could tell how happy we were from miles away.

If there's a curious fact about me that you should know is that, when I travel by myself, I usually spend too much time without engaging in a conversation, which is unusual, so in the moment I have the opportunity to have a real conversation I’m unbearable, and I talk way too much.

This leads to the fact that when I got into the car with my parents and my siblings, I started to tell them my whole life and I didn’t shut up until we got to the AirBnB.

We had the 9 days planned, because we had to make the most of the fact that we were in another country together, so on Saturday morning the first thing we had to do was sing “Happy Birthday” to my mom, because yes, the famous and internationally recognized Guadalupe turned another year, while we were all together in Canada. After doing the proper ritual, the tears (for the twentieth time), the hugs and gifts, we got ready and had breakfast, because there was a sunny day outside waiting for us.

When we were planning the trip, I decided to do a deep investigation of what we could do in Canada, especially knowing that we were going to be there during the last official summer weekend, which on this side of the world is a long week because Labor Day is celebrated that Monday.

One of those activities was to go to "Canada's National Exhibition" which is basically a fair 
that lasts only during the summer, there are rides, junk food and you can see pretty animals.

We got there early in the morning, we walked too much, we saw piglets, cows and horses, in addition to an ice skating and aerial dance show, we ate the Canadian version of fair food, which, believe it or not, doesn’t vary that much from the one you can find in Mexico.

We left when we wanted to sit and eat "real" food and not just snacks, so our next destination of the day was the Distillery District, which today is one of the "trendy" and "hipster" areas of Toronto. It consists of old buildings, which in the past belonged to the whiskey distillery "Gooderham & Worts", but which have been rebuilt and turned into an area full of restaurants, shops, art galleries and theaters, and which has a remarkable presence inside the modern and night scene of the city.

We walked around for a while, trying to decide what to eat and ended up going into a bar, because if there was no delicious food, at least the beer made there would be a consolation.

The food itself was quite good and the beer was too, we laughed too much, and my mom and David ended up almost dying thanks to their choices of spicy meal. After eating and trying to see as much as possible of the college football games they were broadcasting, we went for a walk again, to see what was still open.

On our way we found an antique shop where we looked around and lost track of time, and we did not even realize it rained while we were inside, after this, we left the store and decided it was time to return to the Airbnb, so we made our way from Toronto to Scarborough, where we were staying.

Our trip planning also included making a budget or at least looking for the cheapest options, and with this we decided that the most "pocket friendly" thing was to buy the City Passes, which are these magic packages that are sold in many cities and include the tickets of the most representative attractions there; with what you normally save some money compared to buy each one separately, they're valid for nine days and honestly is an easy way to save money and time.

On Sunday as part of these attractions, we visited the Ripley's Aquarium and the CN Tower, both located in downtown Toronto and in one of the most touristic parts of the entire city; so because of this, once we were around the area, finding a place to park the car was a challenge; because not only were we in one of the most touristic parts of Toronto on a long weekend, but to add difficulty to this, there was some kind of Comic Con in a nearby park, where everyone was wearing incredible costumes .

We ended up parking in the cheapest place and the one that it looked kind of safe; leaving the parking lot and getting out to the street was another adventure, this because underneath the city there is a network of tunnels that connect everything underground, just so the city works with the 5 months long winters and the tons of snow every year.

Once we got out of the underground world and tried to figure out how we were going to pay for the parking lot when we had to leave. We walked to the aquarium and lined up to enter, this is another advantage of the City Pass: as you already have your tickets, you save time in rows (I swear that this post is not sponsored, because obviously I'm super famous, it’s just that this thing is extremely convenient).

We went through the entire aquarium, saw everything from fish and small mollusks, to sharks and turtles and even stingrays. The truth is that it had been a while since we had fun as little children like this and to be able to do it the 5 of us together, made the whole thing more fun.

Once we got out of there, we walked around and saw the Rogers Center from the outside. At this point in the story, we not only wanted to sit down, but we were also hungry; So after walking around the area trying to decide what to eat and, also buying souvenirs, we decided to eat at pretty common restaurant that belongs to a large chain in Canada, for two simple reasons: 1, my brother no matter where in the world he is, If you ask him want he wants to eat, he’ll answer "pizza", so pizza is always a good choice and 2, because Spider-Man was eating pizza at this restaurant too.

After eating pizza and nachos and talking about our costumes for the day we go to Comic Con, but especially after laughing until our stomachs hurt, we made our way back to the ultra-tourist zone of the city to go to the CN tower.

As I said before, the CN Tower is this pointed structure that at some point in history was the tallest tower in the world and has one of the best views in all of Toronto, plus a glass floor where you can see down and you feel like you’re going to fall.

The entrance /way up was relatively fast, and from one moment to another we were already 346 meters high watching one of the most beautiful sunsets of my life. We were there for a while, going through the different levels that there are in the tower; and David and Mariam even recreated a scene from the Titanic, this because of the simple fact that the air was blowing in their faces.

After many, many photos, we went back to the ground and started to walk again, this time we were heading, or at least we had the intention, of going to Dundas Square, which is like the "Canadian Times Square"; by destiny and because we were already very tired we didn’t get there, but we ended up near the old City Hall where there’s a giant sign that says Toronto and we had another photo shoot there. We walked back to the car and after asking for help so we could get out, we finally made it and went back to Airbnb.

The next day we only had one place on our list: The Ontario’s Science Center and this because we were sure that being the nerds that we are, we were going to spend the entire day there.

We arrived at the Science Center at 10 o'clock in the morning and started the going through the rooms that we were interested in, taking the time to read everything and do one or two didactic stops. One of my favorite parts of the entire museum was the planetarium, not only because of how incredible the universe is and how nice it’s to see a simulation of the sky in a closed space, but the explanation they gave us was quite interesting.

As anticipated, we left when they were about to close and trying to find the exit we realized that we didn't even see even half of the museum despite all the hours we spent there. We left, and after a technical stop at Tim Hortons to buy coffee and donuts, because let me tell you that you haven’t visited Canada if you didn’t go to a Tim Hortons, we went to the Airbnb.

That day we decided that we would spend time together without walking around like crazy, watching movies and eating donuts; so once we arrived we put "To All the Boys I've Loved Before" and went to sleep early.

Tuesday morning, we woke up and got ready because that day we were going to drive outside of Toronto to go to Casa Loma, which is this castle that is not a castle, but that is definitely one of the most beautiful buildings I've seen in my life.


Again, we had a great time there, reading and walking through the gardens of this place that seems to be inspired by a princess movie and that honestly, I added to my list of "possible places where I can organize my wedding". We learned a little more about the history of Canada, climbed stairs and had an incredible view of the city from the top of one of the towers.

After spending the morning fantasizing about what it would be like to live in one of those places thousands of years ago, we came back to reality and now we were heading to China Town, which according to public opinion is one of the best China Towns that there is.

For time number 845 we were looking for parking and most importantly a place to eat. With the help of our good friend Google Maps, we found a small mall that not only had cheap parking, but also discovered that on the top floor there was a Chinese restaurant that became one of our favorite experiences of the entire trip.

And because my love for Canada and apparently my excitement for this trip was and is still gigantic, I'm going to finish this post here, leaving everyone with the existential doubt of what happened next. I deeply hope that you manage to survive until the second part of this adventure in the land of Maple is published.

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